Recientemente, mi hija de 13 meses intentaba agarrar la computadora de mi esposa, una de esas computadoras portátiles voluminosas y pesadas que algunos de nosotros todavía tenemos en nuestras casas. A pesar de sus mejores esfuerzos, no había manera de que pudiera levantar la antigua pieza de tecnología de su mamá. Ella gruñó, luchó y lloró hasta el punto que tuve que intervenir y ayudar.

Antes de ayudarla, simplemente observé y me di cuenta de que esta lucha era necesaria para su desarrollo general. Necesitaba una oportunidad para medir su fuerza, persistir y conocer sus limitaciones.

Así es exactamente como funciona el estrés. Aparece cuando luchamos por las cosas que más importan en nuestras vidas. Pero también perturba nuestras vidas cuando ocurren experiencias no deseadas. Nuestros matrimonios y relaciones románticas están llenos de factores estresantes que debemos enfrentar para madurar y convertirnos en individuos y parejas saludables.

Así que, analicemos más a fondo el estrés y cómo puede afectar nuestras relaciones.

Vistazo del estrés en las relaciones

Imagine una situación en la que algo sale mal, como un error en un papeleo importante o al lidiar con muchas facturas. Esto puede hacer que todos se sientan tensos, inquietos o incluso irritables. Es posible que notes cambios en tu forma de actuar, la de tu familia o tus amigos como tener menos diversión, que haya menos abrazos o incluso menos comprensión.

El estrés no juega limpio; puede colarse en nuestras relaciones y crear varios desafíos. Algunos ejemplos son: hacer que las actividades sean menos divertidas, crear una disminución física y de afecto, y que existan más exigencias mutuas. Es como si el estrés intentara robar la alegría y la conexión que tienes con tu pareja o cónyuge.

Manejando el estrés juntos

Cuando aparece el estrés, cada uno tiene sus propias maneras de afrontarlo. Algunos podrían apostar, jugar videojuegos, fumar más, hablar con amigos o hacer ejercicio. Obviamente, algunas de estas estrategias son más saludables que otras, pero una que ayuda mucho es hablar del estrés con las personas que te importan.

La comunicación es demasiado importante cuando se trata de lidiar con el estrés en las relaciones. Nos ayuda a sentirnos reconocidos, crea un enfoque de equipo frente a los problemas y puede ayudar a reducir la tensión que llevamos en nuestros cuerpos. Hablar sobre cómo se siente y escuchar a su pareja o cónyuge puede marcar una gran diferencia a medida que practicamos la humildad y el trabajo en equipo.

Haciendo el estrés menos estresante

A continuación se ofrecen algunos consejos excelentes para controlar el estrés:

1. Respiraciones profundas: Respire profundamente unas cuantas veces cuando las cosas se pongan difíciles. Esto nos ayuda a calmarnos, despejar la mente y energizar el cuerpo. Aprende cómo respirar profundo aquí.

2. Momentos divertidos: Hacer cosas divertidas juntos como pareja puede ayudar a que todos se sientan mejor. Realizar actividades emocionantes nos recarga energía a nosotros y a nuestra relación. Aquí están 101 ideas.

3. Hablarlo: Comparte cómo te sientes y escucha cuando tu pareja haga lo mismo. Necesitamos aprender a compartir nuestras preocupaciones y deseos para que sea productivo. Aprende más aquí.

4. Sea un equipo: Es fácil culpar a los demás y más difícil asumir la responsabilidad. También es fácil sentirse solo en situaciones estresantes. Haga todo lo posible para trabajar en equipo asumiendo la responsabilidad de sus acciones o la falta de ellas y busque encontrar puntos en común. Aquí tienes algunos consejos.

El poder de la comprensión

Cuando estamos estresados, es fácil olvidarnos de escuchar a los demás o intentar comprenderlos. Es como una nube que se coloca sobre todos, lo que dificulta un poco la comunicación. Pero dar un paso atrás, calmarse y tratar de entenderse ayuda a tomar decisiones y encontrar soluciones que funcionen para todos.

CONSEJO: Aprende mas sobre como navegar el cuidado y la cercanía en tu relación aquí..

En conclusión

El estrés puede ser algo complicado, especialmente cuando se trata de nuestras relaciones. Pero recuerde, hablar sobre ello, encontrar formas divertidas de relajarse, comprender los sentimientos de tu pareja y trabajar en equipo realmente puede marcar la diferencia.

Nada del trabajo que hacemos como pareja se desperdicia. Puede que no veamos sus resultados ahora, pero confía que en el proceso, el estrés nos está brindando oportunidades de ser individuos maduros. Las relaciones necesitan que cada pareja o cónyuge se comprometan con madurez al bienestar mutuo.

Atrevámonos a enfrentar el estrés con valentía y, cuando sea necesario, buscar la ayuda de un terapeuta de salud mental. ¡Juntos podemos fortalecer nuestras relaciones!